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La historia del Milagro, ocurrido en Salta, que se conmemora todos los años en el mes de Septiembre.

| Procesión del Milagro en Salta
| Himno, canción y rezos del Señor y la Virgen del Milagro
| Recorrido de la Procesión del Milagro

Página Actualizada el 25 de agosto de 2020.
Unsplashed noroeste de la ciudad de Salta
El Milagro salteño, fe e historia de Salta

Septiembre no es solo primavera en Salta. Es el mes del "Milagro", es ese tiempo singular en el que propios y extraños se concentran en torno de la devoción a los santos patronos de la ciudad. La fe y la historia se dan la mano y, entre ellos, persisten secretos que muy pocos conocen.

El MILAGRO de todos los septiembres de Salta, Noroeste de Argentina

Unsplashed imagen de la iglesia matriz de Salta en el año 1.692

Septiembre de sacrificio y fe

• Susana Cornejo Isasmendi es una de esas privilegiadas que todavía guarda en su prodigiosa memoria detalles de la cuidadosa preparación de las imágenes para una ocasión impar, la veneración que todos los septiembres congrega a una extraordinaria multitud.
• Vestir a la Virgen del Milagro con todas sus galas fue siempre una tarea muy especial. Era y sigue siendo un honor; a su vez, un ejemplo de dedicación v voluntad.
• Susana conjugo todo. Por eso todavía ahora se emociona y relata con cuidadosos detalles como realizo esa tarea entre 1935 y 1997. Y rememora los años como al descuido, sin precisar demasiado, sin caer en la cuenta de que es más de medio siglo.
• Como si relativizara la extensión del periodo. Lo que tiene presente en todo momento que esa fue una labor compartida durante muchos años con Graciela López Sanabria de Medina.
• Precisamente, la abuela de Graciela, Clara Uriburu de Dávalos tuvo a su cargo esa tarea durante muchos años, hasta que monseñor Roberto J. Tavella nombro a Susana y a Susana Cornejo Costa como camareras del Señor y de la Virgen del Milagro. Es decir, ellas eran las responsables de vestir a la Virgen, porque en el camarín tiene otra ropa. Es una imagen esculpida de cuerpo entero, en madera, y en el pecho tiene una leyenda que dice: "Tomás Cabrera la encarnó en 1695". Parece que tuviera un habito marrón y dorado hasta los pies. con los que aplasta a un dragón. "Parece una adolescente", recuerda Susana. para luego destacar que "todas las otras imágenes están talladas hasta el pecho, hacia abajo tienen palos".

Imagen de la Procesion del Milagro en Salta.

Procesion del Milagro en Salta.

Imagen aérea de la Catedral Basílica de Salta.

Vista aérea de la Catedral Basílica de Salta.

Descripción de la vestimenta de la Virgen del Milagro

El cuerpo:
• Los brazos tienen articulaciones en los codos para facilitar el cambio de vestimentas. Y remarca Susana los dedos parecen haber estado pegados en algún tiempo y luego separados, "porque presentan asperezas en sus caras internas". Cuenta la tradición que la imagen de la patrona de los salteños fue la donación de la familia Graña.
El ajuar:
• De un año para otro, la ropa era conservada en el Buen Pastor. El ajuar consiste en una enagua de encajes muy finos que había pertenecido a Carmen Rosa Terzanos Pinto de Gómez, esposa de Indalecio Gómez. El vestido es de raso blanco con motivos bordados en hilos de oro, acompañado por un manto celeste, también bordados con hilos de oro.
El cabello:
• La cabellera de la Virgen del Milagro es de pelo natural, donado. Los bucles que presenta se logran con una técnica muy especial: cada mechón se envuelve en una fina caña para formar el rulo y luego se moja con agua de lino, "Un líquido cremoso que se endurece, como una gomina", explica Susana, quien remarca que "lo hacíamos con bastante anticipación para asegurarnos de que los bucles quedaran bien marcados y no se desarmaran".
Las joyas:
• También las joyas que adornan la imagen de la Virgen tienen su historia. De sus orejas cuelgan "caravanas" de perlas naturales y entre sus manos sostiene una roseta de aguamarina. En su pecho muestra un prendedor de oro. Estas son las más antiguas y pertenecieron a Juliana del Castillo de Caballero. La mujer era familiar de monseñor Matías Linares, obispo de Salta, y las presentaba a la Iglesia todos los años, hasta que una vez, el obispo le pidió que las regalara. Cuentan que a Juliana la mataron para robarle esas joyas, pero en el momento de ocurrido el hecho, todo estaba dispuesto para ser colocado en la imagen de la Virgen.
Un regalo del Obispo:
• Fray Francisco de Victoria, quien era Obispo del Tucumán, fue el único Obispo que estuvo presente en una fundación de Ciudad en nuestras tierras, como fue la de Salta en 1582. Terminado su mandato pastoral, ya en España, mando 2 cajones para América, uno con la imagen de la Virgen del Rosario para Córdoba, y otra con el Señor Crucificado para la Iglesia Matriz de Salta. Es en el puerto de Callao donde acontece el primer prodigio. Al salir la gente de la ciudad hacia el puerto, divisan dos cajones flotando sobre las aguas. Sacados los mismos del océano, los abren y se dan con la grata sorpresa de las dos imágenes que enviaba el antiguo Obispo del Tucumán. Nunca se supo del navío que las traía ni de su tripulación. El amor de Cristo permitió que a través de los mares llegaran estas imágenes para mostrar su misericordia a quienes en Él buscasen el perdón.
LIMA, 1592:
• La sensación de amparo y bendición que produjeron las imágenes en el Callao hizo que fueran portadas en procesión por los pobladores hacia Lima, la capital. Cuenta una piadosa tradición que, al llegar a Lima, las imágenes fueron veneradas por tres santos: Santa Rosa de Lima, Santo Toribio de Mogrovejo y San Martín de Porres. Finalmente, las autoridades decidieron cumplir la voluntad del Obispo Fray Francisco de Victoria, haciendo llevar las imágenes a sus respectivos destinos: el Señor Crucificado a Salta y la Virgen del Rosario a Córdoba. ¡Cuántos lugares fueron bendecidos por el paso silencioso del Crucificado y de la Virgen del Rosario!

Imagen del interior de la iglesia Catedral con las imágenes del Señor y la Virgen del Milagro de Salta Argentina.

Interior de la iglesia Catedral con las imágenes del Señor y la Virgen del Milagro de Salta.

Foto con la imagen de la Virgen del Milagro de Salta Argentina.

La Virgen del Milagro de Salta.

¡BIENVENIDA EN EL VALLE DE LERMA!

Unsplashed imagen de la Virgen y el Cristo en la Procesion del Milagro de Salta

SEPTIEMBRE DE 1692

Cuando la comitiva se acercaba a Salta, autoridades civiles, militares y eclesiásticas prepararon una improvisada bienvenida.
Después de un solemne Oficio religioso, ubicaron la imagen del Cristo Crucificado en el Altar de las Animas. Corría 1592, por septiembre.
La comitiva continuó su camino a la Ciudad de Córdoba, llevando a la Virgen del Rosario, actual Patrona de esa ciudad, dejándola en el Convento de los Padres Dominicos.
Pasadas las celebraciones, comienza paulatinamente, una triste historia, la del olvido ingrato del Crucificado, dejándolo sin ningún recuerdo especial, en el Altar de las Animas, por un siglo entero.

Pasaron 100 anos del encuentro original del Señor y su pueblo.
Como sucede entre los hombres, el entusiasmo se fue enfriando y el Cristo quedo olvidado completamente. Según la tradición, la otra imagen, la de la Pura y Limpia Concepción, ya estaba en Salta y pertenecía a una familia ya asentada en estos solares. Esta familia celebraba la fiesta de la Natividad de la Virgen María (8 de septiembre) llevando la imagen a la Iglesia Matriz.
Providencialmente, esta vez la imagen quedo en el Templo unos días más ¡Así lo quiso el Señor!
Cuando comenzaron los terremotos del 13 de septiembre de 1692, a hs. 10 la ciudad de Esteco, centro geográfico y comercial, rica y apartada de Dios, se hundió, quedando totalmente arruinada.

Imagen de la iglesia matriz de Salta en el año 1.692.

La iglesia matriz de Salta en el año 1.692.

¡DÍAS DE ANGUSTIA!

Fueron evidentes los signos de la protección del Señor y la Virgen sobre la ciudad de Salta. La gente desolada, se dirigió hacia la plaza y algunos entraron a la Iglesia Matriz para sacar el Santísimo Sacramento y se hizo luego una procesión con Jesús Sacramentado alrededor de la Plaza. Quienes entraron, delante del Tabernáculo pudieron observar la imagen de la Pura y Limpia Concepción, caída de su hornacina, en actitud de suplicante e intacta. Su corona real, se encontraba caída al pie del Sagrario como ilustra el himno "Perdona decías, mi Dios a este Pueblo sino la corona de Reina aquí os dejo".
El milagro más testimoniado:
• Al acercarse a la imagen, contemplaron con asombro, que el rostro de la Virgen cambiaba de colores, tendiendo del pálido de la aflicción al sereno de su gozoso consuelo y su afán de amparo e intercesión. Mientras se instalaba la Imagen de la Virgen en el Atrio se comenzó la Predicación de la Palabra, el llamado a Penitencia y se administraba la Confesión, para la Santa Misa. Pero los temblores no cesaban.
Uno de los Padres de la Compañía, el padre José Carrión, afligido por la situación sintió una voz que con toda claridad le decía que "mientras no sacasen al Santo Cristo abandonado en el Altar de las Animas, no cesarían los terremotos". El sacerdote, con una llamada de esperanza encendida en él, se dirigió urgentemente a comunicar el mensaje recibido.
El altar de las animas:
• Una vez más entraron al Templo. En la penumbra contemplaron la imagen, que con dificultad pudieron bajar, acomodándola en unas andas que les sirvieron para sacarla al atrio de la derruida Iglesia. El pueblo acudió al Templo con antorchas encendidas, contemplando admirados la imagen del Crucificado.
Las campanas llamaron a penitencia, invitando a la primera procesión, a civiles, militares y pobladores, presididos por los sacerdotes. Una multitud llorando afligidos, golpeándose el pecho, clamando misericordia. Así nace el milagro de la conversión de un pueblo, desde el llanto, la esperanza y la penitencia, vivido en el Amor de un Dios, que "con su Amor busca, el amor de un Pueblo".
La alianza:
• Toda manifestación de amor, en las Sagradas Escrituras, siempre se sella mediante un pacto, que constituye la Alianza. En Salta, entre aquellos primeros hombres y mujeres y el Cristo y la Virgen, se selló el pacto de la alianza con el amor de Dios.
Este es el pacto secular, que nuestros antepasados, nuestros abuelos y padres, y nosotros, emocionados, renovamos año tras año en la clausura de cada Milagro: "Que Tu, dulce Jesús, serás siempre nuestro, y nosotros seremos siempre tuyos".
En 1902, a pedido del Obispo de Salta Mons. Matías Linares, el Papa León XIII concede la Coronación Pontificada de la Virgen del Milagro, y el 13 de septiembre en presencia de los Obispos Argentinos se corona al Señor y la Virgen del Milagro.
El 28 de marzo de 1806 el Papa Pío VII erige la Diócesis de Salta. En 1934, Pío XI la eleva a Arquidiócesis.

Imagen de la Virgen y el Cristo en la Procesion del Milagro de Salta.

La Virgen y el Cristo en la Procesion del Milagro de Salta.

Imagen de la Catedral de Salta Capital desde la plaza 9 de Julio en el año 1.962.

La Catedral de Salta Capital desde la plaza 9 de Julio en el año 1.962.